El negocio de los coches de alquiler por minutos está en auge en las grandes ciudades, que cuentan con servicios que permiten a los usuarios desplazarse por la urbe en coches eléctricos —en algunos casos motos— que se pueden reservar a través de una aplicación móvil. Se trata del carsharing (coches compartidos), un modo de consumo que no se basa en comprar vehículos sino pagar por movilidad, y que ha impulsado las ventas de vehículos eléctricos.
Para los usuarios es un servicio bastante asequible, pero para las empresas es complicado sacarle rentabilidad. Emov, la empresa formada en un 51% por Eysa y un 49% por PSA, asegura que, pese a que las cifras son mejores de lo que se esperaban en función de usuarios y viajes —hacen una media unos 12 o 13 viajes al día por coche y cuentan con 145.000 usuarios—,La empresa cuenta con 600 vehículos Citroën de cuatro plazas en su flota, todos ellos en renting. Izquierdo explica que el modelo de negocio tiene "unos costes variables importantísimos que dependen de la demanda", de lo que, asegura, deriva la dificultad de la cuenta de resultados. "Cuantos más viajes se hacen, más dinero ingresamos, pero también más tenemos que mover los coches y llevarlos a cargar, lo que hace que sea muy complejo ser rentable", comenta.
Desde Bluemove, con un precio de dos euros la hora, aseguran que el carsharing impulsa el uso de otro tipo de transporte. "Refuerza el transporte público y el taxi porque conseguimos convencer a la gente que no tiene una necesidad real de tener un coche de que no se lo compre al ofrecerle un abanico de posibilidades", comenta Domínguez, que añade que los fabricantes de vehículos “han empezado a formar parte del carsharing y otras alternativas de movilidad". "Han visto que con estas iniciativas es probable que vayan a vender menos coches, pero les interesa unirse a ellas porque así se aseguran que los que se vendan para estos servicios sean los suyos. Si no pueden vender coches, venden movilidad". Sin embargo, las ventas de coches no descienden.
Zity, nueva incorporación de Renault y Ferrovial
En la presentación de su nuevo servicio el director general de Zity, Javier Mateos, aseguró que según sus estudios "en el año 2030 más del 20% de los desplazamientos que se produzcan en las ciudades se realizarán en servicios de movilidad compartida". Así, y con la idea de llegar a "lugares a los que los otros servicios no llegan fuera de la M-30" ha llegado esta semana la compañía a Madrid, según han explicado fuentes de la empresa.
"Ofrecemos 400 kilómetros de autonomía homologados, la garantía de que la electricidad de nuestros vehículos es renovable y cinco plazas", comentan. El precio del servicio es de 0,21 euros el minuto. Además, explican que parte de su servicio será diferente. "Si por ejemplo te quieres ir a Sanchinarro, puedes ver una película y luego recoger el mismo coche y volver al centro de la ciudad", un modelo que recuerda al utilizado por Bluemove. Mientras que el coche permanezca aparcado pero el servicio continúe, el precio será de 0,07 euros el minuto.
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