En el mercado automovilístico, lo más habitual es desempeñar el rol de comprador y enfrentarse a la duda de elegir entre coches nuevos, kilómetro cero y segunda mano. Sin embargo, en este último sector, también es habitual que muchos compradores pasen a ser vendedores. Y es que bien por necesidades de espacio, bien porque simplemente se quiere cambiar de vehículo, nos vemos obligados a deshacernos del coche que a pesar de que todavía tenga mucha vida útil. Por ello, lo más recomendable es recurrir al mercado de ocasión y que otro usuario pueda aprovechar el buen estado del automóvil. De hecho, se trata de un sector en auge, ya que, en 2018, las ventas de vehículos usados en España crecieron un 9,2%.
Así, para poder vender de segunda mano tu vehículo es necesario tasarlo para conocer su precio en este mercado y también sus puntos fuertes y débiles, que deberán darse a conocer a los compradores potenciales.
Aunque hay empresas, concesionarios y hasta páginas web donde se pueden tasar el vehículo, también el propio dueño del vehículo puede hacerlo y, de esa forma, conseguir el mejor precio.
Trucos para tasar el coche y conseguir el mejor precio.
Conocer el mercado
Este paso es fundamental para saber a qué precio debes venderlo. Si la cantidad no es razonable (tanto si te pasas como si no), la venta no será rentable. Para ello, hay que invertir tiempo en rastrear webs para comparar precio de modelos similares en marca, motor, antigüedad y kilometraje.
El valor del coche
Los tasadores profesionales se fijan en ciertas características para establecer el valor del vehículo: la marca, el modelo, los kilómetros recorridos, la fecha de su primera matriculación, el tipo de carburante, el estado del motor y de la parte exterior e interior del automóvil, el desgaste de los neumáticos (cuya profundidad no debe ser inferior a 1,6 milímetros y, si es así, hay que valorar su cambio) y, por último, la documentación del vehículo.
En el caso de los coches clásicos, la antigüedad, las piezas originales que contenga, el estado de las carrocería y tapicerías y de algunos de sus principales componentes.
Una buena carta de presentación
Tanto para realizarle fotografías como para enseñar el modelo a un posible comprador, el coche debe presentar el mejor estado posible: cristales limpios, alfombrillas relucientes, tapicería sin manchas y hasta un increíble olor a nuevo. En definitiva, todo para que el vehículo esté impecable. Tampoco está de más una visita al taller para comprobar que todo funciona a la perfección.
Los papeles
El libro de revisiones es uno de los documentos que el futuro comprador va a exigir. Por ello, es necesario tenerlo en regla, así como toda la documentación disponible.
Si decides recurrir a una empresa de tasación
Coteja todas las opciones disponibles, desde las empresas profesionales y los concesionarios hasta desguaces. En estos casos, el valor de la compra será menor que si la tasación la realiza el propio propietario, ya que estas organizaciones obtienen un porcentaje de la venta por las gestiones. Por otro lado, la valoración online, aunque es sencilla, no evalúa el estado real.
Así, para poder vender de segunda mano tu vehículo es necesario tasarlo para conocer su precio en este mercado y también sus puntos fuertes y débiles, que deberán darse a conocer a los compradores potenciales.
Aunque hay empresas, concesionarios y hasta páginas web donde se pueden tasar el vehículo, también el propio dueño del vehículo puede hacerlo y, de esa forma, conseguir el mejor precio.
Trucos para tasar el coche y conseguir el mejor precio.
Conocer el mercado
Este paso es fundamental para saber a qué precio debes venderlo. Si la cantidad no es razonable (tanto si te pasas como si no), la venta no será rentable. Para ello, hay que invertir tiempo en rastrear webs para comparar precio de modelos similares en marca, motor, antigüedad y kilometraje.
El valor del coche
Los tasadores profesionales se fijan en ciertas características para establecer el valor del vehículo: la marca, el modelo, los kilómetros recorridos, la fecha de su primera matriculación, el tipo de carburante, el estado del motor y de la parte exterior e interior del automóvil, el desgaste de los neumáticos (cuya profundidad no debe ser inferior a 1,6 milímetros y, si es así, hay que valorar su cambio) y, por último, la documentación del vehículo.
En el caso de los coches clásicos, la antigüedad, las piezas originales que contenga, el estado de las carrocería y tapicerías y de algunos de sus principales componentes.
Una buena carta de presentación
Tanto para realizarle fotografías como para enseñar el modelo a un posible comprador, el coche debe presentar el mejor estado posible: cristales limpios, alfombrillas relucientes, tapicería sin manchas y hasta un increíble olor a nuevo. En definitiva, todo para que el vehículo esté impecable. Tampoco está de más una visita al taller para comprobar que todo funciona a la perfección.
Los papeles
El libro de revisiones es uno de los documentos que el futuro comprador va a exigir. Por ello, es necesario tenerlo en regla, así como toda la documentación disponible.
Si decides recurrir a una empresa de tasación
Coteja todas las opciones disponibles, desde las empresas profesionales y los concesionarios hasta desguaces. En estos casos, el valor de la compra será menor que si la tasación la realiza el propio propietario, ya que estas organizaciones obtienen un porcentaje de la venta por las gestiones. Por otro lado, la valoración online, aunque es sencilla, no evalúa el estado real.
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